Le Corde Sensible. Magritte

Le Corde Sensible. Magritte
Le Corde Sensible. Magritte, 1960

viernes, 25 de noviembre de 2016

Mejora tu salud física y emocional practicando la gratitud



La mente humana tiene como objetivo la supervivencia. Y cuando nuestros antepasados poblaban la sabana, los que más sobrevivían y “se perpetuaban” eran los que más hijos tenían, mejores pieles, más alimentos, mejor alojamiento….  Por ello, una de las cosas que hace nuestra mente es buscar siempre “más y mejor”; para ello, suele focalizar en aquellas cosas que nos faltan o de las que percibe no tiene suficiente. Para ella… lo que tenemos nunca será suficiente y siempre faltará algo. Es su forma de ayudarnos a la supervivencia. 

Y, sin embargo, eso hace que no focalicemos tanto en las cosas que sí tenemos. La gratitud es una práctica que mejora y beneficia nuestra salud física y psicológica. Según algunos estudios, las personas que practican el agradecimiento, tienen, entre otros, los siguientes beneficios: 

  • Gestionan mejor el estrés
  • Enferman con menos frecuencia.
  • Duermen mejor y se sienten más descansadas.
  • Tienen menores niveles de tensión arterial
  • Realizan ejercicio con más regularidad.
  • Tienen más energía, entusiasmo, determinación y concentración.
  • Hacen más progresos hacia objetivos vitales importantes para ellos (académicos, interpersonales y de salud
  • Conectan más con las cosas que son importantes para ellos
  • Establecen y mantienen lazos familiares y sociales más fuertes.
  • Realizan más acciones de ayuda a otras personas, lo que en sí mismo también beneficia la salud.

Aquí sugiero algunas actividades que pueden aumentar la práctica de la gratitud:


1.- Dedicar un minuto a identificar aquellas cosas básicas que tienes, que solemos considerar “lo normal”, como tener un techo, una cama, electricidad, agua corriente, potable y caliente, comida asegurada, transporte asegurado…. 


2.- Hacer un listado (físico o mental) de personas que agradeces tener o haber tenido en tu vida. Recordarlo y “desempolvarlo” de vez en cuando.


3.- Expresar de alguna manera tu gratitud a esas personas.“Sentir gratitud y no expresarla, es como envolver un regalo y no darlo”. (William Arthur Ward). Eso no sólo se hace “dando las gracias” de forma verbal y puntual  si no que también hay otras maneras, como hacer algo por ellas, interesarse de alguna manera por como están, retomando el contacto si hace tiempo que no se tiene …


4.- Dar las gracias habitualmente a las personas que te rodean: al panadero, al médico, a los compañeros, a tu pareja, a la familia…


Lo realmente importante es hacer algo, dar un paso, aunque sea pequeño... cada pequeña gota va llenando un cubo… y hasta el viaje más largo empieza con el primer paso...

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