Le Corde Sensible. Magritte

Le Corde Sensible. Magritte
Le Corde Sensible. Magritte, 1960

martes, 20 de diciembre de 2016

¿Felices Fiestas?: Sugerencias para vivirlas lo mejor posible

Hay personas a las que les encantan estas fiestas. A otras, les dan igual; a otras muchas, realmente no les gustan… El caso es que las fiestas, la “Navidad”, está aquí, y hay que vivirlas de alguna manera.
Algo que llama la atención es que el mero hecho de que nos deseen “Felices Fiestas”, o “Feliz Navidad”, a veces desencadena todo un debate dentro de nuestra cabeza; el hecho de “tener la obligación” de ser feliz hace que nuestra mente se pone a intentar “validar”, o no, esa “felicidad”; e, incluso, se ponga a buscar argumentos a favor…o en contra. “¿Feliz?” puede decirnos “¿Feliz teniendo que aguantar a mi cuñado/suegra/hermano/amigo el pelma?¿Feliz gastando sin parar? ¿con el estrés de ir corriendo de un lado para otro? ¿pensando regalos, algunos estúpidos y por cumplir? ¿Feliz cuando me falta "fulanito/a"?”… En lugar de entrar en desigual batalla con nuestra mente, pueden ser útiles estas sugerencias para vivirlas mejor:

1.- Sientate unos momentos a reflexionar y busca una "brújula" para guiar tu conducta y elegir en qué inviertes la energía en estas fechas. Piensa en lo que es realmente importante para tí en la vida ¿Tu familia? ¿Tu pareja? ¿Tus hijos? ¿Tus amigos? ¿El trabajo? ¿Lo que piensen los demás? Puede ayudarte seleccionar tres aspectos (de esos u otros que te importen) y focalizar tu energía y actividades en ellos, en vez de dispersarte con "lo que hay que hacer" y "lo que te demanda el entorno".

2.- Planifica tus compras, escalona los gastos y "resiste" el impulso de gastar demasiado... Aquí puedes encontrar unos consejos en este sentido.

3.- Si vas a algún evento o celebración, que sea, o bien porque te apetece realmente, o bien porque ELIGES ir, porque está en el camino de la persona que quieres ser (¿la pareja que quieres ser acompaña a su compañero/a con la familia política, aunque no tenga ganas? ¿El amigo que quieres ser va a esa cena/juerga aunque no te apetezca mucho?); si no hay más remedio que ir, al menos puedes negociar limitar el tiempo de estancia.

4.- Evita las discusiones inútiles: Hay personas que sólo se ven en estas fechas, personas con las que no se coincide en valores, opiniones, o “rencillas pasadas”, y en muchos casos se producen auténticas batallas campales. Antes de entrar en guerra, reflexiona ¿realmente merece la pena entrar en discusiones bizantinas que no llevan a ninguna parte, más allá de un desahogo puntual? Si crees que no merece la pena, lo mejor es tratar de controlar la propia conducta: no saques temas polémicos, y si alguien te “provoca”, no respondas ni “entres al trapo”; intenta cambiar de tema o retirarte un momento “al baño” o “a buscar algo a la cocina”, lo suficiente para tener tiempo para reflexionar y controlar tu conducta. Las personas que te importan y tu mismo/a lo agradecereis.

5.- Céntrate en el Presente: Es la única manera de VIVIR.... lo pasado ya no está y el futuro aún no ha llegado. Deja todo preparado para poder vivir la situación concreta, en la que puedes estar con las personas que te importan. Muchas veces estamos tan pendientes de que “todo salga bien”… ¡que para cuando queremos darnos cuenta, la situación ha pasado! Lo importante es vivir la celebración de acuerdo a lo que es importante para cada uno de nosotros.

6.- Hay una silla vacía: Es imposible no recordar a los que no están, bien porque han fallecido (aquí puedes encontrar unos consejos para esa situación), o bien porque ya no están en nuestra vida; lo que sí podemos hacer es focalizar en las sillas que están llenas, y en hacer cosas que vayan en línea con la vida que deseamos construir a futuro.

7 - Por último, si odias estas fiestas, y celebrarlas no está en el camino de la persona (pareja/padre o madre/hijo-a/amigo-a) que quieres ser, no olvides que no es "obligatorio" celebrarlas...¿Cómo? Si te es posible, viaja a un destino donde no se celebre tanto; también puedes quedarte en una casa "libre de Navidades" y aprovechar para ver esas pelis, leer ese libro o terminar ese puzzle que siempre quisiste hacer y nunca haces.

En cualquier caso, ocúpate de controlar lo que puedas controlar, y lo que no… mejor aparcarlo y seguir centrándote en hacer cosas que te lleven hacia la vida que quieres.

Lo realmente importante es ELEGIR como te quieres comportar en estas fiestas... y dar el paso siguiente, aunque sea pequeño... hasta el viaje más largo empieza con el primer paso... 

¡Te deseo que tengas las Fiestas que elijas vivir!

viernes, 25 de noviembre de 2016

Mejora tu salud física y emocional practicando la gratitud



La mente humana tiene como objetivo la supervivencia. Y cuando nuestros antepasados poblaban la sabana, los que más sobrevivían y “se perpetuaban” eran los que más hijos tenían, mejores pieles, más alimentos, mejor alojamiento….  Por ello, una de las cosas que hace nuestra mente es buscar siempre “más y mejor”; para ello, suele focalizar en aquellas cosas que nos faltan o de las que percibe no tiene suficiente. Para ella… lo que tenemos nunca será suficiente y siempre faltará algo. Es su forma de ayudarnos a la supervivencia. 

Y, sin embargo, eso hace que no focalicemos tanto en las cosas que sí tenemos. La gratitud es una práctica que mejora y beneficia nuestra salud física y psicológica. Según algunos estudios, las personas que practican el agradecimiento, tienen, entre otros, los siguientes beneficios: 

  • Gestionan mejor el estrés
  • Enferman con menos frecuencia.
  • Duermen mejor y se sienten más descansadas.
  • Tienen menores niveles de tensión arterial
  • Realizan ejercicio con más regularidad.
  • Tienen más energía, entusiasmo, determinación y concentración.
  • Hacen más progresos hacia objetivos vitales importantes para ellos (académicos, interpersonales y de salud
  • Conectan más con las cosas que son importantes para ellos
  • Establecen y mantienen lazos familiares y sociales más fuertes.
  • Realizan más acciones de ayuda a otras personas, lo que en sí mismo también beneficia la salud.

Aquí sugiero algunas actividades que pueden aumentar la práctica de la gratitud:


1.- Dedicar un minuto a identificar aquellas cosas básicas que tienes, que solemos considerar “lo normal”, como tener un techo, una cama, electricidad, agua corriente, potable y caliente, comida asegurada, transporte asegurado…. 


2.- Hacer un listado (físico o mental) de personas que agradeces tener o haber tenido en tu vida. Recordarlo y “desempolvarlo” de vez en cuando.


3.- Expresar de alguna manera tu gratitud a esas personas.“Sentir gratitud y no expresarla, es como envolver un regalo y no darlo”. (William Arthur Ward). Eso no sólo se hace “dando las gracias” de forma verbal y puntual  si no que también hay otras maneras, como hacer algo por ellas, interesarse de alguna manera por como están, retomando el contacto si hace tiempo que no se tiene …


4.- Dar las gracias habitualmente a las personas que te rodean: al panadero, al médico, a los compañeros, a tu pareja, a la familia…


Lo realmente importante es hacer algo, dar un paso, aunque sea pequeño... cada pequeña gota va llenando un cubo… y hasta el viaje más largo empieza con el primer paso...

jueves, 10 de noviembre de 2016

¿QUE LE HARIA LA PSICÓLOGA QUE ELLA INTENTO SUICIDARSE?

Esta frase la escuché hace poco a dos señoras conversando en la calle. No es la primera vez que la oigo, junto con sus múltiples variantes, ("si llevaba muchísimo tiempo yendo al psicologo", ...) la he oido muchas veces, especialmente en mis guardias como psicologa voluntaria en SAMUR-PC. Y queria dar mi opinión al respecto. Salvando todas las distancias, no he oído nunca la frase "¿que le haria el cardiólogo, que tuvo un infarto?" o "¡con la cantidad de tiempo que llevaba yendo al médico!"

La frase da la impresión de que "la persona entró en consulta sin ninguna idea de quitarse la vida", y tras la intervención del profesional, intenta suicidarse. ¿Eso quiere decir que fue el profesional quien indujo a la persona al suicidio? O, al menos, que el profesional ha hecho una mala intervención.

Partiendo de la base de que es posible que en un porcentaje de casos el profesional (en este caso un psicólogo/a) haga una mala intervencion (descarto de entrada la posibilidad de la "inducción al suicidio", mas probable en peliculas y novela negra), me gustaría hacer varias anotaciones:

- 1.- el suicidio es un evento multicausal. Aunque las estadísticas indican que un 90% de las personas que se quitan la vida presentaban algun tipo de problema psicológico, diagnosticado o no, la gente se suicida por variedad de razones: situación vital, su contexto familiar, economico y laboral, falta de apoyo social... que ya nos gustaría estuvieran bajo el control del profesional, pero no lo están. El numero de suicidios en España ha aumentado un 20% de 2007 a 2014 (datos del INE); ¿hemos empeorado l@s psicólog@s desde entonces?

- 2.- A l@s psicólog@s nos nos dan una varita mágica con el titulo. La gran mayoría de nosotros hacemos lo que podemos, lo mejor que podemos y sabemos, y a pesar de ello algunas personas no mejoran, o no lo suficiente. En el caso concreto de suicidio, aun queda mucho camino por recorrer e investigar. A pesar de ello, en los últimos años se han realizado grandes avances en la prevención, implantándose programas cuyos resultados son bastante prometedores.

- 3.- Por buena que sea la intervención del profesional, la decisión ultima de quitarse la vida la toma la persona. "¿Quienes somos nosotros para decidir por alguien si quiere vivir o no?", me preguntaba alguien hace poco. Tal y como le contesté, posiblemente no somos nadie para decidir; y ni siquiera decidimos. Desde mi punto de vista, mi misión es ayudar a la persona a explorar otras vías de solución , y a que, si elige hacerlo, lo haga desde la libertad, no "atrapad@" o "secuestrad@" por sus pensamientos y/o emociones, que si bien pueden ser aterradores, también son pasajeros en el tiempo y no dejan de ser sólo pensamientos y/o emociones; no pueden elegir por nosotros la conducta. 
Los seres humanos somos mas grandes de nuestros pensamientos y nuestras emociones, y somos los unicos capaces de elegir y ejecutar la conducta que queramos, dirigiéndola a mejorar y enriquecer nuestra vida.

domingo, 11 de septiembre de 2016

TALLER DE INTELIGENCIA EMOCIONAL Y MINDFULNESS


¿Sientes que a veces tus emociones te bloquean y/o te dificultan vivir la vida que quieres, la consecución de tus objetivos, y/o las relaciones con otras personas? Este taller puede dotarte de herramientas que permitan gestionar mejor tus emociones y pensamientos, facilitando que realices acciones hacia la vida que deseas vivir.

“Aprendí que la valentía no es la ausencia de miedo, sino el triunfo sobre el miedo. El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo.” (Nelson Mandela)

Las emociones forman parte, indiscutiblemente, de la vida de las personas. Intervienen, de una u otra manera, en todo lo que hacemos; en como percibimos, procesamos y actuamos en nuestra vida. A veces nos ayudan… y a veces nos bloquean, nos “secuestran”, nos impiden vivir la vida que deseamos, ir hacia nuestros objetivos, relacionarnos con otros como desearíamos. Esto hace que la Inteligencia Emocional, (es decir, la habilidad de ser consciente de las emociones, discriminarlas, y regular la conducta cuando dicha emoción aparece y parece dominarnos), sea especialmente útil para tener una mayor capacidad de dirigir los pasos hacia lo que realmente deseamos vivir, hacerlo más eficazmente y de forma más saludable.

Por otro lado, el Mindfulness es una práctica que tiene una larga tradición desde la antigüedad, que últimamente se ha  popularizado en la cultura occidental a través de la adaptación que ha realizado la psicología científica. Con su práctica, aprendemos a relacionarnos con los pensamientos y emociones de una forma diferente a la habitual, a conectar mejor con nosotros mismos, a ser más conscientes de nuestra experiencia, y a estar más centrados en el presente sin dejar que el estrés, las preocupaciones, el malestar o los recuerdos, nos alejen de la vida que deseamos vivir. 

Este taller va dirigido a desarrollar habilidades para la inteligencia emocional, incluyendo técnicas de Mindfulness (adaptadas del programa de Reducción de Estrés Basado en Mindfulness de la Universidad de Massachussets),  así como otras técnicas basadas en la vanguardista Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT). El objetivo es que el participante tenga herramientas que le permitan gestionar mejor sus emociones, relacionándose de manera diferente con sus pensamientos y emociones, y de esta manera mejorar en aquellas áreas de su vida que son importantes para él o ella, como pueden ser las relaciones con otros, el trabajo, el ocio, los hijos… 

Al igual que cualquier otra habilidad, requiere de entrenamiento, de manera que el resultado final dependerá del nivel de práctica. Se trata de un taller muy práctico y experiencial en el que, además, el trabajo en grupo facilita un espacio de aprendizaje, a través de múltiples ejemplos y ejercicios.

En el taller, estructurado en 8 sesiones, vamos a trabajar:
  • Conocer cómo funcionan las emociones y para qué sirven
  • Aprender a identificarlas, discriminarlas y regular nuestra conducta ante ellas.
  • Salir del modo de funcionamiento en “piloto automático”.
  • Vivir en el momento presente sin que nos dominen las preocupaciones del pasado y del futuro.
  • Percibir los pensamientos y emociones de malestar sin dejarnos manejar por ellos.
Fechas y Horario: 
  • Opción 1: en 8 sesiones de 1,5h de duración: Jueves 29 de septiembre,6, 20 y 27 de octubre,3, 17 y 24 de noviembre y  1 de diciembre; Horario: de 19.30 a 21.00h 
  • Opción 2: en 3 sesiones de 4h de duración: viernes 7, 28 octubre y 18 de noviembre; Horario: de 16.30 a 20.30

Lugar: Padilla, 57, 1º A izda. 28006 Madrid

Precio por taller completo:

Cuota general: 170€: (40€ reserva de plaza y 130€ al inicio del curso)

Clientes, antiguos clientes y personas en situación de desempleo: 150€: (30€ reserva de plaza y 120€ al inicio del curso)
 
Más información y reserva de plaza: por medio de mail a cavanillas@cop.es, o al teléfono 606336183.

Reserva de plaza: por medio de mail a cavanillas@cop.es


¡¡Plazas limitadas!!

martes, 12 de julio de 2016

Sácale el máximo partido al verano de 2016: 6 ideas que te ayudarán a hacerlo.

El verano ha vuelto a llegar. Cada uno lo vivimos según nuestra forma de verlo, y las circunstancias que cada uno vive. Hay quien tiene vacaciones y sitio para ir, y le apetece muchísimo, y quien no le apetece nada, por el lugar, la compañía, las circunstancias…. Hay quien no tiene vacaciones por exceso de trabajo; hay quien no tiene vacaciones porque no tiene trabajo; y quien tiene vacaciones pero no dinero o lugar donde ir… 

Para todos ellos… aquí van algunas sugerencias para sacarle el máximo partido a esta época, te pille dónde y cómo te pille. ¿Recuerdas cuando éramos niños y el verano parecía durar para siempre? a veces no depende tanto del dónde, cómo del qué hacemos y dónde focalizamos la atención. El verano no se limita sólo a los días de asueto, significa también, (incluso trabajando, estudiando, o buscando trabajo…) días más largos, oportunidad de tomar algo en terracitas, ratitos de playa/piscina/paseo por la montaña… 

1.- Siéntate unos momentos a reflexionar y busca una "brújula" para guiar tu conducta y elegir en qué inviertes la energía en estos dias. Para ello, puede ayudarte pensar en la siguiente cuestión: si este verano fuera el ultimo de tu vida, ¿en qué areas querrías haber invertido tiempo y energía? ¿Tu familia? ¿Tu pareja? ¿Tus hijos? ¿Tus amigos? ¿El ocio? Elige focalizar tu energía y actividades en esas áreas, en vez de dispersarte con "lo que hay que hacer" o dejarte llevar por "lo que siempre haces" en ese sitio o epoca.

2.- Céntrate en el presente: Es lo único que existe, el único sitio donde se VIVE .... lo pasado ya no está y el futuro aún no ha llegado. ¿Cuántas veces invertimos parte de nuestro tiempo en pensar lo que pasará “cuando volvamos a nuestra vida normal”? El verano es un momento excelente para vivir el presente y centrarnos en nuestros sentidos. Pasa de vez en cuando unos minutos mirando a tu alrededor “como si fueras un extraterrestre” y lo vieras todo por primera vez… cierra los ojos y trata de hacer un “listado” de los sonidos que escuchas… nota el viento, el sol, la toalla, la mochila, sobre tu piel… saborea la cañita, la sandía, o la ensaladilla… “recréate” en los sabores y los olores… y si la mente se va, al pasado o al futuro, tráela amablemente otra vez de vuelta a lo que están notando tus sentidos en ese momento.

3.- Desconecta, o al menos reduce, el “contacto” con dispositivos electrónicos como smartphones, tablets, ordenadores, al menos durante las vacaciones “establecidas”… Si estás de vacaciones, leer cosas de trabajo no sólo no te va a ayudar a avanzar en ellas, si no que tampoco te va a ayudar a recargar pilas. Muchas aplicaciones de correo permiten dejar un mensaje de “Fuera de la oficina; si pasa algo urgente contacta con…”, y ya lo resolverá alguien o tú mismo/a a la vuelta. Igualmente pasa con las redes sociales; está bien publicar en Facebook/Twitter/Instagram lo que estás haciendo… ¡pero si lo sigues mucho, te estás perdiendo gran parte del presente! Además de que el uso de los dispositivos electrónicos, agota mucho la vista y el cerebro por la elevada estimulación que genera… ¡aprovecha en estas fechas que se puede disminuir su uso!
4.- Invierte energía en hacer cosas que te gusten y en las cosas/personas que te importan. Es el momento de volver a jugar al pádel, al mus, hacer manualidades, charlar con los amigos, dedicar tiempo a tu pareja, a tus hijos, tus mascotas,…

5. Evita las discusiones inútiles; en estas fechas, en que pasamos más tiempo con nuestra pareja, hijos, o familia (propia o política), hay más oportunidades de que aparezcan roces. Antes de entrar en conflicto, reflexiona ¿realmente merece la pena entrar en discusiones bizantinas que no llevan a ninguna parte, más allá de un desahogo puntual? Si crees que no merece la pena, lo mejor es tratar de controlar la propia conducta: no saques temas polémicos, y si alguien te “provoca”, no respondas ni “entres al trapo”; intenta cambiar de tema o retirarte un momento “al baño” o “a buscar algo a la cocina”, lo suficiente para tener tiempo para reflexionar y controlar tu conducta. Las personas que te importan y tú mismo/a lo agradeceréis.

6.- Incrementa el ejercicio físico (aunque sea simplemente pasear) y pasa más tiempo al aire libre. Durante el resto del año pasamos mucho tiempo sentados y encerrados… aprovechemos el buen tiempo para salir al aire libre y ejercitar nuestro cuerpo. Cada vez más estudios indican mejoras en indicadores físicos y psicológicos en relación con el ejercicio físico, especialmente con “romper con el sedentarismo” (puedes repasar esta  entrada de blog sobre el tema)
Lo realmente importante es ELEGIR como te quieres comportar este verano... y dar el paso siguiente, aunque sea pequeño... hasta el viaje más largo empieza con el primer paso... 
¡Saca el máximo partido de tu verano del 2016! ¡Nunca tendrás la oportunidad de volver a vivirlo!