La mente humana tiene como objetivo la supervivencia. Y cuando
nuestros antepasados poblaban la sabana, los que más sobrevivían y “se
perpetuaban” eran los que más hijos tenían, mejores pieles, más alimentos,
mejor alojamiento…. Por ello, una de las
cosas que hace nuestra mente es buscar siempre “más y mejor”; para ello, suele focalizar
en aquellas cosas que nos faltan o de las que percibe no tiene suficiente. Para
ella… lo que tenemos nunca será suficiente y siempre faltará algo. Es su forma
de ayudarnos a la supervivencia.
Y, sin embargo, eso hace que no focalicemos tanto en las
cosas que sí tenemos. La gratitud es una práctica que mejora y beneficia
nuestra salud física y psicológica. Según algunos estudios,
las personas que practican el agradecimiento, tienen, entre otros, los
siguientes beneficios:
- Gestionan mejor el estrés
- Enferman con menos frecuencia.
- Duermen mejor y se sienten más descansadas.
- Tienen menores niveles de tensión arterial
- Realizan ejercicio con más regularidad.
- Tienen más energía, entusiasmo, determinación y concentración.
- Hacen más progresos hacia objetivos vitales importantes para ellos (académicos, interpersonales y de salud
- Conectan más con las cosas que son importantes para ellos
- Establecen y mantienen lazos familiares y sociales más fuertes.
- Realizan más acciones de ayuda a otras personas, lo que en sí mismo también beneficia la salud.
Aquí sugiero
algunas actividades que pueden aumentar la práctica de la gratitud:
1.- Dedicar
un minuto a identificar aquellas cosas básicas que tienes, que solemos considerar
“lo normal”, como tener un techo, una cama, electricidad, agua corriente,
potable y caliente, comida asegurada, transporte asegurado….
2.- Hacer un
listado (físico o mental) de personas que agradeces tener o haber tenido en tu
vida. Recordarlo y “desempolvarlo” de vez en cuando.
3.- Expresar
de alguna manera tu gratitud a esas personas.“Sentir gratitud y no expresarla,
es como envolver un regalo y no darlo”. (William Arthur Ward). Eso no sólo se
hace “dando las gracias” de forma verbal y puntual si no que también hay otras maneras, como
hacer algo por ellas, interesarse de alguna manera por como están, retomando el
contacto si hace tiempo que no se tiene …
4.- Dar las
gracias habitualmente a las personas que te rodean: al panadero, al médico, a
los compañeros, a tu pareja, a la familia…
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