Hay personas a las que les encantan estas fiestas. A otras,
les dan igual; a otras muchas, realmente no les gustan… El caso es que las
fiestas, la “Navidad”, está aquí, y hay que vivirlas de alguna manera.
Algo
que llama la atención es que el mero hecho de que nos
deseen “Felices Fiestas”, o “Feliz Navidad”, a veces desencadena todo un
debate
dentro de nuestra cabeza; el hecho de “tener la obligación” de ser feliz
hace
que nuestra mente se pone a intentar “validar”, o no, esa “felicidad”;
e,
incluso, se ponga a buscar argumentos a favor…o en contra. “¿Feliz?”
puede
decirnos “¿Feliz teniendo que aguantar a mi cuñado/suegra/hermano/amigo
el pelma?¿Feliz
gastando sin parar? ¿con el estrés de ir corriendo de un lado para otro?
¿pensando regalos, algunos estúpidos y por cumplir? ¿Feliz cuando me falta "fulanito/a"?”… En lugar de
entrar en desigual batalla con nuestra mente, pueden
ser útiles estas sugerencias para vivirlas mejor:
1.- Sientate unos momentos a reflexionar y busca una "brújula" para guiar tu conducta y elegir en qué inviertes la energía en estas fechas. Piensa en lo que es realmente importante para tí en la vida ¿Tu familia? ¿Tu pareja? ¿Tus hijos? ¿Tus amigos? ¿El trabajo? ¿Lo que piensen los demás? Puede ayudarte seleccionar tres aspectos (de esos u otros que te importen) y focalizar tu energía y actividades en ellos, en vez de dispersarte con "lo que hay que hacer" y "lo que te demanda el entorno".
2.- Planifica tus compras, escalona los gastos y "resiste" el impulso de gastar demasiado... Aquí puedes encontrar unos consejos en este sentido.
3.- Si vas a algún evento o celebración, que sea, o bien
porque te apetece realmente, o bien porque ELIGES ir, porque está en el camino
de la persona que quieres ser (¿la pareja que quieres ser acompaña a su
compañero/a con la familia política, aunque no tenga ganas? ¿El amigo que
quieres ser va a esa cena/juerga aunque no te apetezca mucho?); si no hay más
remedio que ir, al menos puedes negociar limitar el tiempo de estancia.
4.- Evita las discusiones inútiles: Hay personas que sólo se
ven en estas fechas, personas con las que no se coincide en valores, opiniones,
o “rencillas pasadas”, y en muchos casos se producen auténticas batallas
campales. Antes de entrar en guerra, reflexiona ¿realmente merece la pena
entrar en discusiones bizantinas que no llevan a ninguna parte, más allá de un
desahogo puntual? Si crees que no merece la pena, lo mejor es tratar de
controlar la propia conducta: no saques temas polémicos, y si alguien te “provoca”,
no respondas ni “entres al trapo”; intenta cambiar de tema o retirarte un
momento “al baño” o “a buscar algo a la cocina”, lo suficiente para tener
tiempo para reflexionar y controlar tu conducta. Las personas que te importan y tu mismo/a lo agradecereis.
5.- Céntrate en el Presente: Es la única manera de VIVIR.... lo pasado ya no está y el futuro aún no ha llegado. Deja todo preparado para poder
vivir la situación concreta, en la que puedes estar con las personas que te
importan. Muchas veces estamos tan pendientes de que “todo salga bien”… ¡que
para cuando queremos darnos cuenta, la situación ha pasado! Lo importante es vivir
la celebración de acuerdo a lo que es importante para cada uno de nosotros.
6.- Hay una silla vacía: Es imposible no recordar a los que no están, bien porque han fallecido (aquí puedes encontrar unos consejos para esa situación), o bien porque ya no están en nuestra vida; lo que sí podemos hacer es focalizar en las sillas que están llenas, y en hacer cosas que vayan en línea con la vida que deseamos construir a futuro.
7 - Por último, si odias
estas fiestas, y celebrarlas no está en el camino de la persona (pareja/padre o
madre/hijo-a/amigo-a) que quieres ser, no olvides que no es
"obligatorio" celebrarlas...¿Cómo? Si te es posible, viaja a un
destino donde no se celebre tanto; también puedes quedarte en una casa
"libre de Navidades" y aprovechar para ver esas pelis, leer ese libro
o terminar ese puzzle que siempre quisiste hacer y nunca haces.
En cualquier caso, ocúpate de controlar lo que puedas
controlar, y lo que no… mejor aparcarlo y seguir centrándote en hacer cosas que
te lleven hacia la vida que quieres.